"Llevaba años sintiéndome incómodo con mi pecho. Consulté con varios médicos y la mayoría me dijeron que la única opción era operarme. Pero entre el miedo al quirófano y el precio de la cirugía, no me atrevía.
Cuando vi este método, lo compré con dudas, pero en la primera semana ya noté cambios en mi cuerpo. En el primer mes, mi pecho empezó a reducirse visiblemente, y después de 10 semanas, la ginecomastia había desaparecido por completo. Ahora, por primera vez en años, me siento bien quitándome la camiseta!!"